Estas horas de rumores sobre el futuro el Diego lograron revivir este blog.
Hice mucha fuerza por el Diego, abracé su bandera durante el Mundial después de unas Eliminatorias desastrosas, critiqué algunos de sus cambios pero elogié la forma en que armó un grupo, me emocioné con ese abrazo con Dalma en el túnel, mientras el técnico alemán esperaba para saludarlo. Ahora, con un proceso de cuatro años por delante, ya estoy listo para agradecerle por tanto y dejarlo ir. No lo veo capacitado para una planificación de cuatro años, para laburar con los juveniles, para desarrollar una idea de juego que se sostenga pese al calendario y al poco tiempo que pasará con sus jugadores.
El Diego es lo más grande que hay, me gustó su actitud motivadora y su intención de ir para adelante sin tantos temores, pero parece que se va porque amenazaron con tocarle a Mancu y no sé a quiénes más. Qué bicho que es Grondona, en lugar de enfrentarlo, le toca un poco el culito y le pide que saque a algún colaborador. Es obvio que Diego no aceptará esa condición.
La pregunta es: ¿Y ahora quién? Yo me había imaginado al Diego renunciando en dos años y asumía Borghi, que, imagino, le irá bien en Boca, pero ahora quedamos medio en bolas.
Otra pregunta: ¿habrá apoyo popular al Diego? ¿Aprovechará el Gobierno para rosquear un poco y sacar a Grondona? No creo que vayan tan lejos, pero tejer teorías conspirativas es un deporte nacional.