martes, 27 de diciembre de 2011

Betito's

Mi primo Andrés me lleva unos cuantos años y, como su hermano Ruli, aún más grande, es de River. Siempre dijimos de ir a la cancha juntos pero nunca cumplimos. Como no los veía mucho, River era nuestro tema preferido de conversación. Ellos me hablaban de equipos míticos que yo no había visto, como el campeón del 81, o sobre las cargadas que recibían de chicos en los años de sequía. Andrés era profe de educación física y, después de años de laburar en Ferro, abrió su escuela de fútbol: Betito's, en homenaje al ídolo de su infancia. Norberto Osvaldo fue a la inauguración y jugó con los chicos. Mi primo Andrés tenía en su pieza una foto enmarcada en la que se están abrazando y los dos tienen puesta la camiseta de Betito's.

Yo enganché un Beto Alonso más grande y casi en retirada. Cuando cumplí diez años, mi viejo me ofreció como regalo invitar a los amigos que yo quisiera a ver la despedida del Beto en el Monumental. Elegí a los más futbolines y compartimos una tarde de sol en la San Martín. Jugaron algunos campeones del 86 y otros jovatos que conocíamos por El Gráfico. El Beto era tan amargo que su homenaje terminó 0 a 0. O al menos eso recuerdo. Desde entonces, se transformó en un viejo criticón que bardea cada vez que River cambia de técnico, pierde con Boca o está en crisis. Para cada incendio el Beto tiene un bidón de nafta. A mi no me molesta que diga sus gansadas, no lo leo, pero me pregunto por qué los medios necesitan alguien que bardee a partir de ciertas noticias, como cuando a Susana le preguntan su opinión después de "una muerte por la inseguridad".

Cada vez que sale una nota de esas al Beto, pienso en mi primo Andrés, en la foto que tienen abrazados y si sentirá un poco de vergüenza por su ídolo.