Resaca de clásico

La primera vez que me desilusionó un clásico de verano fue en los 80, cuando Boca le ganó a River en Mar del Plata en el último minuto con gol de Hrabina. Me acuerdo que en la foto de El Gráfico Pumpido aparecía agarrándose de la red mientras el rubio defensor de Boca gritaba su gol. Ese día me puse muy triste y me encerré en mi pieza con ganas de llorar. Hace unos buenos años decidí ya no preocuparme por los clásicos de verano, ni siquiera los miro a todos. Antes era más emocionante porque había una solo (o al menos eso me acuerdo yo), pero ahora hay 2 o 3 en pocos meses y generalmente terminan repartidos. Decidí no verlos, pero no quiere decir que me hayan dejado de importar. La derrota de River de ayer me hincha los huevos y ya me empiezo a preocupar con otro semestre de ver a otros equipos porque el mío juega horrible.