sábado, 19 de diciembre de 2009

Estudiantes - Barsa

Tenía muchas ganas de ver este partido porque se medían el mejor de América Latina con el mejor del mundo, al menos eso parecía. Estudiantes jugó muy bien y tenía la lección aprendida: encimaba a Messi, molestaba a los anodinos Henry e Ibrahimovic, presionaba a Xavi. Me volvió a sorprender, como en la semifinal de la Champions ante Chelsea, que el Barsa no cambiara su filosofía aún en las peores circunstancias ni a pocos minutos del final. Cuando todo parecía perdido, seguía tirando tacos, intentando entrar al área tocando y desborando. Los cambios le vinieron muy bien porque Pedro y Jeffren (nunca lo había visto) estuvieron mucho más punzantes y encontró el gol un poquito de orto y un poquito por mandar a Piqué a cabecear al área rival. O se mandó solo, lo mismo da.

Estudiantes supo perfectamente cómo jugar, el problema que tuvo fue que se cansó y que el Barsa siguió jugando y tocando. Durante 80 minutos había podido anticipar, pelear, contragolpear y tocar un poco, pero se fue quedando sin piernas y encerrando en su área. Pedro encontró ese gol y Messi hizo un golazo (por la diagonal y por la definición) aunque se tendría que haber ido expulsado un ratito antes. Xavi, a mi gusto, no estuvo a la altura y me sorprendió el recambio juvenil del Barsa.

¿Qué se puede decir de Estudiantes? Es un equipazo, tiene alma de grande y no se asusta nunca. Boselli también hizo un golazo y, tal vez, le faltó un compañero de ataque. En la entrega de premios, se notaba que Verón estaba tan caliente que no quería ni llorar y que Messi tampoco lo quería molestar demasiado. Me dio pena que Estudiantes se quedara con las manos tan vacías, pero Barcelona se despertó a tiempo y en el alargue lo ganó por default.



Párrafo Selección: Con este partido de alta exigencia, me quedó claro que Verón puede manejar al equipo desde la mitad de la cancha pero, a esta altura de su vida, no pesa en ninguna de las dos áreas. Eso, en un Mundial, como hoy, se paga. Y también me quedó la sensación de que Braña merece más oportunidades, porque tiene muchos huevos y entiende qué tiene que hacer con la pelota y sin ella.

1 comentario:

fdelcampo dijo...

José, comparto lo que decís.
Me dió pena que Estudiantes se quedara sin nada a dos minutos del final. La ironía es que el "mejor equipo del mundo" termina empatando sobre la hora con un centro a la olla cabeceado por el 2, tipo "a la carga Barracas". Mucho toque, mucha proyección, pero al final terminan como todos los equipos del mundo, con Ruggeri, o Schiavi o Desábato o cualquier defensor devenido en "9" que se les ocurra.