
Román se dio cuenta de que ya no iba a ser tan importante en la Selección. Y como es orgulloso, llamó a su amigo Gendler y repitieron el móvil anunciando su renuncia. Tiene orgullo Román. Es orgulloso y cree que todo puede seguir girando alrededor suyo. Como cuando salió campeón juvenil, como en cada una de las Libertadores que ganó, rompiéndola en Brasil o donde fuera, como contra el Real Madrid, como cuando casi lleva al Villarreal a la final de una Champions. Esos equipos estaban hechos a su medida y él los potenciaba. Ahora, parece, Diego ya no cree que Román tengan tanto poder. Ni tanta fuerza, ni tantas ganas. Y lo criticó en público, pese a que también lo iba a convocar. Y Román no se lo bancó y llamó a Gendler.
Me parece que se resolvió un problema antes de tiempo. Messi, Agüero y Tevez no podían convivir con Román en la Selección. Y Diego prefiere a los primeros 3 que a Román. A la larga o a la corta iba a tener que decidirse. Román le ahorró trabajo cuando llamó a Gendler. Quizás, llegue el día en que la gente coree a Riquelme en signo de protesta, como alguna vez se hizo con Maradona o últimamente con Ortega, en River.
1 comentario:
Ojalá no llegue ese día, que si se da, bueno, ya que estamos pidamos a Basile
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