Palermo

Hace mucho tiempo, más de diez años, por decir una cifra, pensaba que Palermo era medio tomuer. Era innegable que hacía goles en casi todos los partidos, pero todavía lo miraba de reojo porque me parecía que tenía demasiado culo y que no podía gambetear ni una silla. Pasaron lesiones, vueltas olímpicas, compañeros de dupla, técnicos, presidentes del club y Palermo no paró de meterla. Nunca. Siempre está festejando. Ahora parece que va a ser titular contra Perú, pocos días después de hacer otro gol deforme. A esta altura, nada de lo que haga Palermo me va a sorprender porque demostró que es capaz de todo. Palermo tiene un espíritu de autosuperación como no tiene nadie. Está obsesionado con el gol y con hacer historia. Passarella se retiró teniendo 99 goles en partidos oficiales en la Argentina. Es el defensor que hizo más goles pero me imagino que Palermo no se hubiera quedado con la leche de llegar a 100. Hubiese jugado dos partidos más con tal de redondear la cifra. Siempre tiene metas nuevas y casi siempre las consigue. Por eso ahora puede darse el gusto de ser titular en la Selección en los dos partidos más importantes de los últimos años. ¿Messi lo entenderá? A nadie le importa Messi por estos días, estamos todos tratando de entender cómo hace Palermo para ser tan fenómeno.